Creo que elegí la carrera correcta porque me apasiona lo que estudio, independientemente del grado de dificultad de la materia. Siempre tuve interés en conocer la mente humana, los mecanismos implicados en la conducta motivada del ser humano, las enfermedades mentales... La vocación es algo muy importante. Creo que el psicólogo tiene que tener empatía, capacidad de escucha, mostrar tolerancia, apertura de ideas, tener una buena inteligencia emocional, para poder tratar con las personas que vienen a consulta. En mi caso, en un principio iba a estudiar periodismo pero finalmente la vida me llevó por otro camino muy diferente. A lo largo de estos años cursé titulaciones, que excepto dos, poco tienen que ver con esta carrera. Me sentí desesperada, no encontraba mi sitio y sabía que lo que estudiaba de poco o nada me iba a servir, no estaba hecha para ello. Pasé unos años duros, en los que no sabía que hacer con mi vida, me limitaba a estudiar y aprobar, poco más. No me sentía realizada, tenía la sensación de que estaba malgastando mi tiempo y mi juventud. Pensaba en el futuro y lo veía con gran incertidumbre e inquietud. Hasta que decidí tomarme un tiempo de reflexión y apartar lastres de mi camino. Pensé, si tuviera que trabajar de algo: ¿Qué es lo que me haría feliz?, ¿Para que estoy hecha realmente?, ¿Cuáles son mis dones? Y he aquí la respuesta. Lo importante en la vida no es solo sacarse un título y tener un buen puesto de trabajo. Es sentirse realizada y bien con lo que una hace. Si además puedes ayudar a otras personas...Eso no es una bendición, es un regalo.